Muy pocas novelas retratan el azul casi verdoso del mar y el alma de la tierra como la que ha escrito David Lacaba Casal. Muy pocas novelas rozan la sensibilidad y la calidez de El olor de las piedras. Se trata de una aventura hacia el descubrimiento del amor incondicional y la magia que ni el paso de los años son capaces de borrar. Una obra tremendamente descriptiva, llena de luz y sobre un paisaje idílico paisaje se mueven los protagonistas, cuyos pasos, a veces dubitativos, siempre carnales, se dan de bruces con una realidad que jamás se borrará de sus mentes.
Es la historia del joven Leo, un joven escritor que, con los desgarros de su primer amor fracasado, escapa de la gran ciudad y acepta un trabajo como farero en una diminuta isla. Allí encuentra a Andrea, una joven que, al igual que los habitantes de la isla, posee virtudes extrasensoriales. Andrea conoce el olor de las piedras. Leo se enamorará de la chica y vivirá con ella los recovecos mágicos del amor. A través de la muchacha, Leo vivirá una experiencia tan intensa como una lluvia torrencial.
David Lacaba Casal describe una historia repleta de matices fantásticos y dibuja con maestría personajes llenos de humanidad y sabiduría. El olor de las piedras es una novela de los sentidos, textos preñados de luces y rincones secretos, donde se desliza como el agua de un manantial sensibilidad y amor, la brisa de un pasado que perdura a través de los tiempos.
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